Ubicado a 3 mil metros sobre el nivel del mar, El Panecillo es el principal mirador capitalino.
La Virgen de Quito, una de las siete maravillas de la ciudad, se eleva en su cima. Un promedio 6.000 turistas, entre nacionales y extranjeros, visitan mensualmente el lugar con el objetivo de admirar la confluencia entre el Centro Histórico con el norte y el sur de la ‘Carita de Dios’.
El Panecillo, llamado así por su topografía semejante a un pan, tiene por principal atractivo turístico la Virgen de Quito, ‘monumental’ obra de ingeniería nacional que se destaca por ser la mayor representación de aluminio en todo el mundo, según el Ministerio de Turismo.
La estatua empezó a construirse el 4 de abril de 1955, pero fue inaugurada el 28 de marzo de 1975, es decir, 20 años tuvo que tardar para que se concrete su ensamblaje. El escultor de la obra que tiene 7.400 piezas fue el español Agustín de la Herrán Matorras, quien se basó en la Virgen de 30 centímetros realizada por el quiteño Bernardo de Legarda, en el siglo XVIII, la cual fue considerada la obra cumbre de la Escuela Quiteña durante la Colonia.
La representación simbólica
Negcy Solórzano, guía turística del museo de la Virgen de Quito, manifiesta que la estatua es una representación de la Biblia, libro del Apocalipsis, capítulo 12, donde se habla de una mujer con alas y una cadena que apresa a una serpiente que simboliza a Satanás.
“La Corona de doce estrellas representa a los 12 apóstoles que acompañaron la peregrinación de Jesucristo, las doce tribus de Israel o los doce meses del año. La media luna en los pies es símbolo de fertilidad. La obra fue hecha en Valencia (España), pero bajo los preceptos de la Virgen que esculpió el quiteño Legarda”, sostiene Solórzano.
Carlos Llagsha, estudiante de Guaranda, quedó estupefacto al visitar por primera vez la Virgen de El Panecillo. “Es muy bonita la estatua. No pensé que era tan grande. Se nota que cuida a los quiteños con sus ojos. El museo es interesante porque nos muestra cómo se construyó la obra y demás centros turísticos de la capital. Volveré en enero, definitivamente, con mi familia”, dijo.
Ubicación estratégica
La Virgen de Quito tiene una altura total de 41 metros, incluido la base de cuatro niveles, la cual fue construida con hormigón y revestimiento de piedra volcánica. La entrada al museo cuesta $1 y permite conocer la historia del milenario cerro y la construcción de la escultura.
“De lunes a viernes, el promedio de asistencia al museo llega a 120 personas diarias, extranjeros en su mayoría. Los fines de semana, es el turno de los turistas locales: entre 200 y 220 ecuatorianos vienen a conocer la “colosal” estatua, además para mirar Quito, compartir en familia, comprar artesanías, entre otras actividades”, comentó Solórzano.
Los horarios de atención son de 09:00 a 17:00 en días laborales y de 09:00 a 21:00 en fines de semana. El padre cuencano Julio Matovelle, fundador de los Misioneros Oblatos en el Ecuador, propuso la construcción, en 1892. La estatua es la mayor construcción hecha en aluminio del mundo. Tiene 124 mil kilogramos de este material.
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